martes, 12 de febrero de 2013

Un "Cachorroscazo" mantiene vivo el sueño

CD Villanueva del Arzobispo 1 - 0 Atlético Villacarrillense
Los derbis suelen ser encuentros vibrantes o soporíferos. Partidos en los que el espectáculo llena a los aficionados o 90 minutos de aburrimiento en los que la tensión atenaza a uno y otro equipo y las ocasiones brillan por su ausencia. El del domingo fue de los segundos. Excepto en el primer cuarto de hora en el que el CD Villanueva se mostró dominador, el tan esperado duelo entre villanovenses y villacarrillenses tuvo más  interés por la lucha que por lo excelso del juego. De nuevo la heroicidad acompañó a los de Espino. De nuevo se quedaron en inferioridad (como en Beas, como en Baños o como ante el Linares) y el equipo fue capaz de sacar fuerzas de flaqueza para llevarse los tres puntos. Y lo consiguió gracias a un Cachorroscazo que ya echábamos de menos. Un gran gol del extremo quesadeño que mete de lleno al equipo en la pugna por el tercer puesto. 

De inicio, Rafa apostó por mantener prácticamente el mismo once de Ibros con la única novedad de Tudela por Campos y la vuelta de Tigre al pivote. El resto, Petete, Pollo, José Manuel, Rubio, Carlos, Cachorrosca, Elías, Valle y Rafilla, los mismos.     

Salió el Villanueva decidido a presionar arriba la salida de balón del Atleti. A los dos minutos la mejor oportunidad de la tarde. Falta al borde del área. Rubio y Cacho se posicionan, pero Tigre es el lanzador. Su disparo preciso hace una gran parábola y cuando ya se cantaba el gol en el San Blas, la cruceta lo rechaza.   
Apenas cinco minutos después, una buena jugada terminaba en los pies de Valle cuyo chut se quedó a medias entre un tiro a puerta y un pase al segundo palo. Antes de llegar al minuto 15, el  Villanueva seguía empujando. Falta lateral de Rubio perfectamente ejecutada y Tigre cabeceaba a gol. El linier levantaba la bandera y de nuevo dejaba a la afición villanovense con la miel en los labios. 

A partir de ahí, el encuentro entró en una vorágine de juego enmarañado donde ni locales ni visitantes eran capaces de armar jugadas ofensivas. El Villacarrillense se amparaba en su clásico recurso: saques de banda a la olla de Julio para buscar un cabezazo o rechace. Buscaban a Luismi, Mario y Polonio pero la defensa salía victoriosa de cada envite. En el siguiente tramo de partido, Valle y Elías se mostraron más desaparecidos y el mediocampo abarcó todo el protagonismo con Tigre y Carlos multiplicándose en el trabajo. Con poco más a resaltar se llegó al descanso. 

En la reanudación más de lo mismo. Muebles entró por Valle para oxigenar la mediapunta y Rafilla se escoró a la banda derecha. Ni así mejoraron los de Espino. El Villacarrillense esperaba agazapado en busca de algún contragolpe efectivo. Pero tampoco encontraba la manera de perforar la línea defensiva rival. Conforme pasaban los minutos estaba más claro que el primero que marcase se llevaba el gato al agua. Y por eso el miedo a perder empezó a pulular en el ambiente. Con la intención de añadir picante, Seba López entró por Elías, para apostar por el juego en la zona central con Tigre más adelantado. Seguía la cosa sin funcionar. Además, parecía que poco a poco el cansancio hacía mella. En este contexto, llegó una de las jugadas determinantes del partido. Balón recuperado por lo de Miralles que montan el contraataque y José Manuel lo corta con una fuerte entrada sobre Luismi. Se forma una tángana con muchos jugadores de por medio que el árbitro soluciona mandando al vestuario al "5" villanovense. Para reestructurar el equipo, Seba López a la zaga, Tigre de nuevo al doble pivote, Cachorrosca a una banda y Muebles más liberado. Le vino bien la expulsión al Villanueva que se agrupó y aunó filas para seguir vivos en el partido. Precisamente Rafilla tuvo entonces otra de las pocas ocasiones. Cachorrosca apura la línea en banda izquierda, centra al segundo palo y algo forzado, el delantero manda la pelota arriba. Quedaría una más.  Casi al mismo tiempo, gol anulado a Mario, por situación antirreglamentaria de Luismi. Suspiro de alivio. Y por fin el momento álgido. Una jugada en la que tras un despeje el balón le llega a Cachorrosca, que avanza hasta el pico de área y se saca un zurdazo con su sello personal. Sergio Mota no puede hacer nada y estallido de júbilo en el San Blas. 

Quedaban diez minutos. Campos y Nando entraron para perder tiempo y sumar efectivos en defensa. Entonces los misiles al área de Julio martillearon una y otra vez el área local. Petete se mostró seguro, Carlos y Pollo se erigieron como colosos y salvo alguna acción dubitativa, el Villanueva aguantó las embestidas. Otra tángana llevó el añadido hasta más allá del 95. Hasta que el árbitro puso fin al sufrimiento. Victoria por la mínima y tercer puesto virtual tras la derrota del Ibros en Linares. La semana próxima visita a Pozo Alcón donde el año pasado salimos escaldados. Esta vez necesitamos la revancha para seguir en la pomada. 
Alineación: Petete, Tudela, Rubio, Pollo, José Manuel, Tigre (Nando 88'), Carlos, Elías (Seba López 65'), Valle (Muebles 45'), Rafilla (Campos 86') y Cachorrosca

Goles: Cachorrosca (80')

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